CRANACH Y LA FUENTE DE LA JUVENTUD DE BERLIN

Por Joan Santacana
 

En Berlín, en el Staatliche Museum hay una tabla pintada, grande, obra de Lucas Cranach; si titulo es el de Fuente de la Juventud.
La fuente de la juventud con las mujeres desnudas
Es un cuadro sorprendente; representa un gran estanque, como una piscina al aire libre. En él hay una fuente de la que brota el agua. En lo alto hay una estatua desnuda de una divinidad, ¿es Venus?  Por la derecha acuden al estanque grupos de gentes diversas.  La gran mayoría mujeres que van en carromatos, en  carretillas,  parihuelas, cabalgando e incluso a pie. Son mujeres maduras, algunas ancianas. Al llegar se empiezan a desnudar para tomar el baño; jóvenes doncellas las ayudan en esta tarea.


¿Viejas o jóvenes?
En el interior de la piscina hay unas treinta jóvenes, todas desnudas; se están bañando. Una mirada más atenta nos descubre que las jóvenes de la izquierda no son precisamente jóvenes sino las ancianas desnudas; algunas indecisas, otras muy decididas… Los pechos caídos no dejan lugar a dudas; 

Afegeix la llegenda

por el contrario,  en lado derecho de la piscina hay  jóvenes, con los pechos henchidos, se sumergen, juegan, nadan, se besan, se enjuagan las rubias cabelleras.
La mujer  cuando es joven...


 Algunas salen ya de la piscina y les esperan jóvenes caballeros, galantes; una joven parece que le ofrece la mano a un jalan, mientras que otra se cubre el sexo con las manos ¿o simplemente se lo acaricia?.  Entre los matorrales del primer plano ya flirtean, mientras que el tabernáculo rojo  es la cita del amor…

La piscina y la fuente de la Juventud


 Mas allá hay ya los banquetes en donde ellos y ellas  comen alegremente, las parejas bailan  mientras los músicos hacen sonar sus instrumentos.
La derecha de la tabla, con el rojo tabernáculo del amor

¡Rejuvenecerse! El eterno mito del retorno a la juventud
La escena pues es clara, es la fuente de la juventud; por la izquierda acuden las mujeres ancianas y salen rejuvenecidas por la derecha.  Allí acuden mujeres de todos los estamentos sociales, desde las ricas, con sus sirvientas a las pobres en transportes colectivos. ¡Todo el mundo quiere bañarse en la fuente! ¡Todas quieren rejuvenecerse! Hoy con cremas, con cirugía o con pastillas y ayer con el “agua de la vida”. El ayer y hoy se funden en unos mismos objetivos.

Un mundo en trasmutación
¿Qué quiso decir Lucas Cranach con esta tabla? La pintó hacia 1546 cuando tenía la muy respetable edad de  74. Todavía vivió algunos años más, ya que alcanzó los ochenta años;  toda su vida había transcurrido entre pinceles ya que su padre era pintor, como después lo fueron sus hijos.  Cuando él nació su mundo era la edad media… con caballeros de armadura y lanza en ristre; cuando murió México era el centro del Imperio Habsburgo y la caballería medieval era un recuerdo lejano; cuando nació se escribía sobre pergamino pero cuando murió dominaba el papel y nacía la imprenta.

El amigo de Lutero
Martin Lutero por Cranach
 No ha de extrañar que su primera pintura, hacia el 1500, en su taller de  Viena fuera innovadora, fresca y  moderna.  En esa edad fecunda de la treintena viajó, vio mundo, y en Wittemberg, conoció a Lutero, el gran reformador y a su joven esposa Katharina von Boda. Fueron amigos, por ideas, por afinidades ideológicas, por simpatía mutua. 

Katalina, segun Cranach


Allí conoció también al que iba a ser su mecenas más importante, el elector de Sajonia Federico el Sabio. Cranach tuvo éxito, ganó dinero, fue feliz y compró negocios tales como una farmacia, una imprenta, una hostería y, naturalmente un taller en el que pintaban sus hijos. En esta época él era uno de tantos invitados en las fiestas que daba el elector en sus palacios y castillos y estas fiestas las dejó plasmadas en alguna tabla como por ejemplo la que representa una escena de caza de Federico el Sabio y sus invitados…¿Cómo le encantaban estas fiestas! Las pintó con todo detalle.
la Fiesta fue un tema recurrente en la obra de Cranach


¿Ficción o realidad?
Pero volvamos a nuestra obra ¿Fue una obra de ficción? Sí y no. Naturalmente  se basaba en una antigua leyenda de la fuente de la juventud; el mito de la recuperar la juventud era muy antiguo y ya lo había pintado Brueghel mucho antes que él. Pero, lo que el pintaba no era probablemente una fantasía; la minuciosidad del cuadro hace intuir que había fiestas como la que describe en las posesiones del Elector. Pero detrás de la obra se esconde, sin duda alguna, un hombre mayor, muy anciano, que contempla el patético espectáculo de las mujeres de su época intentando recuperar la juventud.  ¿Implica la obra una crítica hacia esa actitud? No lo sabemos pero probablemente no;  ¡la tabla tiene una carga más bien nostálgica que critica!

¿La pintó realmente él?
Pero no es una obra innovadora; en aquel mismo año Miguel Ángel esculpía la Piedad y Tiziano, el gran Tiziano pintó el soberbio  retrato de Carlos I en la batalla de Mulhberg que se dio en 1547.

Carlos I en Mulhberg, segun Tiziano (W. C)

 Precisamente este batalla es la que perdió la liga de los Protestantes y  Federico el Sabio tuvo que huir, y con él su corte; el pobre pintor cargado de años tuvo que emigrar para librarse de los coletazos de las guerras de religión. Todavía vivió unos años más, pero este quizás fue el último cuadro que pinto en su taller de Wittemberg, a la sombra del elector, regentando diversos negocios. Y una pregunta nos acude a la cabeza: ¿lo pintó realmente él? ¿O lo pintó su hijo en el taller? ¿Fue la idea de un hombre viejo ante el eterno mito de la fuente de la juventud?
En todo caso, esta tabla es el testimonio de la existencia perenne del mito de la eterna juventud,  el que ha empujado a todos los Faustos del mundo a vender sus almas al Diablo para alcanzar lo inalcanzable.
En 2008 este cartel anunciador de una exposición dedicada a  Cranach no pudo  ser expuesto en las vallas publicitarias del Metro de Londres.













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